26.5.09

La Linternita!
2009, el año del regreso.

17.4.07

ENCUENTRO CON CLAUDIO BRACHETTA
LO QUE GUARDA LA MEMORIA

COLLAGE QUE PERTENECE A LA TAPA DEL Nº5 DE REVISTA LA LINTERNITA

Rock con sabor a tierra. El rock como portador de la sangre que visita los sitios ancestrales, donde el origen son los viejos en casa cuando éramos pequeños y los antiguos habitantes que gritan detrás de nuestra “civilización”.
Por esas senda anda Claudio Brachetta, tipo de presencia sincera, de palabras simples, que repite palabras como mate, agua, vino; y crea para darnos de beber cuando la sequedad en la que deviene cierta cultura nos ataca, nos arroja al desierto más desierto, no el desierto vivo de los huarpes, sino el verdadero desierto al que parecemos caer cuando chasquean sus dedos las soledades.


Nuestra historia está en la calle, por suerte la vida te pone nuevas vidas para salvarte; y el lo sabe muy bien, un músico, que desde el interior del país vive y sobrevive en su tarea de ser músico no tiene otra que agarrarse de esas nuevas vidas… para salvarse.
“Mis hermanas, a fines de los ’60 tenían un trío de dos guitarras y un bombo, y cuando ensayaban mi vieja era onda Te callás y escuchás o te vas a jugar a la pelota afuera.” Así, desde la cuna se amasa el artista. En esta nota, van algunas historias que el Brachetta nos cuenta de su camino, su vida, esa mixtura entre lo folclórico, y lo roquero, entre el teatro, la producción y el piano, o la guitarra… o el micrófono para una voz que pueda decir…
Situados en su casa de Luján, en una Mendoza por momentos desagradecida con muchos de sus creadores, apretamos rec, y nos sentamos a escuchar, a charlar…


Primeros Pasos
Empecé tocando el bombo y después la guitarra con un par de maestras que armaban coros y agrupaciones en la escuela. En séptimo grado yo quería tener una banda. Me acuerdo que le escribimos una carta con unos amigos al presidente Perón, porque necesitábamos que nos ayudara con plata para comprar instrumentos. Por supuesto, nunca supe si le llegó. En esa época aparecen en mi vida los Beatles.
Además mi viejo era loco por el cine. Teníamos dos cines a media cuadra, el Cine Argentino y el Cine Colón, entonces vivíamos ahí. También íbamos a los del centro. Teníamos mucho contacto con la vida cultural de la ciudad.
En Mendoza a fines de los ’60, principios de los ’70 hubo un auge de bandas… había rock. Mi primera banda fue en la escuela secundaria, un dúo acústico. Hacíamos canciones de Sui Generis, canciones nuestras…
Mis hermanas me traían la influencia de la música, porque eran mayores y además siempre fueron militantes de la vida, digamos. Centros de estudiantes, la JP, y a través de eso Mercedes Sosa, Pedro y Pablo, y ahí aparece Spinetta como un gran referente en mi vida musical. Después Charly, la música “progresiva”…
Yo hice la secundaria en el Pablo Nogués, ahí conocí al Marciano (Cantero), al Sergio Bonelli, grupos como Leyenda o Altablanca, una banda referente en Mendoza.


Dictadura y rebelión
Vino la dictadura y no sólo muchos artistas estaban prohibidos, sino que además costaba conseguir discos. Algunos los traían de Buenos Aires y nos los pasábamos. Yo tenía un Wincofón amplificado al lado del piano. Ahí empieza la historia de estudiar piano. Me acuerdo que un día me fui a Rivadavia con unos amigos en un rastrojero y nos trajimos un piano que pesaba muchísimo. Lo trasladaba para todos lados, hasta que pude, a fines de los ’70 comprarme el órgano electrónico.
En el Pablo Nogués entrábamos a la 7 de la mañana y salíamos a las 7 de la tarde… y después… a las 10 de la noche… ¡era un internado!
En el año ’79 queríamos hacer un recital con el Osvaldo Ciccioli (mi hermano musical), los Enanos Verdes… y nos prohibieron. La llamaron a mi vieja de la escuela, porque el director era un milico, y el tipo le dijo que el nene no siguiera intentando hacer actos subversivos… ¡y nosotros queríamos hacer un recital para reunir a los locos y juntar unos mangos para el viaje de egresados...!
Ese era el clima que se vivía, todo lo que se hacía era clandestino, e increíblemente convocante. El rock se bancó muchas cosas. En esa época se emparentó mucho con el folclore, Mercedes Sosa, Charly, el Cuchi Leguizamón…

Desde el ’76 más o menos, el Teatro Pulgarcito fue el teatro del rock, los domingos, después del teatro para chicos. Y se “recontrallenaba”. Un día cayó la cana y me acuerdo que terminé huyendo con el Mario Mátar por atrás, saltando el alambrado, él con la guitarra; yo era del público y ahí nos conocimos. Y creo que ese fue mi punto de partida, decir bueno, ahora tengo que hacer algo, y empecé con un par de profesoras de piano en Luján. Después entré en la Escuela de Música, aunque mi formación la continué en Buenos Aires de manera no académica, con Manolo Juárez, Carlos Álvarez, también estudié y me hice muy amigo con Leo Masliah (con él vi por primera vez a Los Redondos al Teatro Bambalinas).
Volviendo a la época de la dictadura, en el ’81, hubo un recital de Los Jaivas y León Gieco en el cine City. Cuando terminó había una sola salida abierta, y en la puerta, ocho celulares y como 200 milicos. ¡Se armó una! Corríamos por adentro, hasta que nos pudimos escapar. Teníamos miedo… sentíamos una sirena y nos tirábamos de panza en la acequia.
Por esa época yo armo mi primera banda formal que se llamó Vereda con Luis Munier, Fernando Moya y, de Luján, Hernán Chavero. Ensayábamos en donde era Casa Arteta, cerca de la plaza, y hacíamos recitales que se llenaban. Tocaba Marcelo Rojas, Pablo Estrella, Marcos Rivarola… había una movida.
Tocábamos en una radio trucha que transmitía por hora, la primer FM de acá.
Cuando vino lo de Malvinas tocamos en el Teatro Independencia junto a bandas grandes de Mendoza y eso cambió todo. Vereda se desarmó y me fui a tocar a Amauta, donde toqué por primera vez con el Mario Mátar. Entonces empecé a vivir en el centro, mis viejos siempre me apoyaron.
Tuve también una banda que se llamaba Moviola. En esa época me relaciono con el teatro, la gente del Goethe, de donde deriva el grupo Cajamarca, de Gladis Ravalle. Entonces conozco a Paula Tejada, la hija de Armando Tejada Gómez, me casé con ella y me fui a vivir a Buenos Aires.
De Armando tengo muchas anécdotas. Me acuerdo que él había visto una casa en una calle que se llamaba Sudamérica. Estaba destruida, pero se la compró por el nombre de la calle. Íbamos a ayudarle con las cañerías, a pintar… ahí estaba Victor Heredia, mucha gente. Un día Armando me dice, van a venir unos amigos a comer y vos te hacés unos pollos ricos, así que venite más temprano y los hacemos. Cuando golpean la puerta voy a abrir… y era Carlos Alonso con el Cuchi Leguizamón. Yo me veía entre ellos tres y decía… ¡qué estás haciendo acá!
Con Armando seguimos la relación, a pesar de que me separé de su hija. El siguió viniendo y se quedaba acá en mi casa.
Previo a afincarme en Buenos Aires formamos con Javier Segura y Alejandro Tomba una banda muy escénica, con mucha ironía. Se llamó La Rebelión. En tres recitales la banda irrumpió en Buenos Aires, nos fue a ver Charly García, nos vio también acá en Mendoza, Tuvo de todo esa banda. Duró seis años, entre el ’88 y el ’93. Grabamos dos casetes que se repartían de mano en mano, tocamos mucho en Buenos Aires, pero hacíamos giras por Mendoza, San Juan, San Luis, a veces con los Caín Caín (Daniel Martín y Fernando Barrientos). Durante La Rebelión conozco a mi actual esposa, Beba Yarza. Después las cosas cambiaron, vino la reelección de Menem, había mucho milico, pero milico de pensamiento, y La Rebelión se separó por cuestiones internas. Ahí laburé en el Teatro Independencia, en el área de producción general. Laburé con Serrat, Mercedes Sosa, Baglietto, hacía diseño de escenario, diseño sonoro. Lo conocí a León Gieco e hicimos algunas cosas por los barrios, yo como productor.


No tan desierto
En el año ’94 me sale la oportunidad de ir con Luisa Calcumil al campo de Lavalle, (iban con nosotros Sandra Amaya y Marcelino Azaguate) y ahí otra vez todo cambió… otra puerta nueva.
Me impactó el paisaje y la gente. Personas bellísimas de corazón, con una gran ética, algo que acá se había perdido. Acá todo se compraba, todo se vendía…
La gente me decía “Nosotros no vivimos en el desierto, vivimos en el campo, un campo agreste; pero si hay gente, animales, plantas, quiere decir que hay vida, y si hay vida no hay desierto”.
Ahí yo comprendí lo que son las comunidades huarpes, la lucha por las tierras.
En medio de esos 5 ó 6 días por los pueblos, le pregunto a un maestro de allá si les hacía falta un profesor de música, y me dice que estaban empezando con un proyecto nuevo, que iban a llevar escuelas secundarias. Me presento en el concurso y me seleccionan para trabajar.
Cursaban los padres con los hijos, porque algunos no habían terminado la secundaria. Eran pocas familias por pueblo, había pocos apellidos.
Con ellos compartí sus Fiestas Patronales, donde se mezcla lo pagano con lo religioso. Hicimos obras de teatro (como Tres jueces para un largo silencio, de Andrés Lizárraga), a la que terminó yendo gente de otros pueblos, se juntaban hasta mil personas.
En el 2001, con la caída de De La Rua, todo este trabajo pasó a la Dirección de Escuelas y la nuestra terminó siendo una escuela más.

Volviendo a Luján
Después de esta experiencia quedé desocupado y volví a agarrar la guitarra. Actué un par de veces para la Biblioteca Alberdi, cuando estaban peleando para construir el nuevo edificio. Volví al teatro y en el 2003, motivado por el Mario Mátar grabé un disquito con tres temas, al que le agregué después dos mas, uno con el Coco Cabrini, e hice una edición para amigos y familiares. Uno de los temas apareció en una Vendimia y gané un certamen Americanto, quedé entre los cuatro finalistas y toqué en el Anfiteatro para 15000 personas.
En ese momento formo Agrelo y un poco después Del Médano. Por otra parte venía desarrollando desde el ’98 un proyecto con el Oaki Cáceres (ex - Karamelo Santo) que se llama Los Gallitos Cantores, un espectáculo didáctico-musical.


CACERÍA: el disco
Cacería es el cierre de una etapa, es dejarla registrada como un cuadro en la pared. Yo me considero un cronista, y mis canciones tratan de pintar lo que yo veo. Son once canciones que datan del ’99 en adelante. Tienen mucho que ver con los años en Lavalle, hay mucha preponderancia de ritmos folclóricos pero sin estructura formal. Decidí tomar el espíritu del ritmo, la palabra, el clima, el paisaje, pero con letras que son muy urbanas. Lo de la cacería es porque tengo que alimentar y cobijar a los que tengo alrededor. Yo fui parte del pichonaje y me dieron comida y abrigo.
Del tema Piel de cóndor sale el título del disco. Empezó como un poemita que escribí en el 2003, y en el 2004 cuando cayó la tormenta que se llevó una parte de Perdriel, lo volví a ver y dije… no puede ser, estaba ahí la cuestión.

:: Para escuchar Piel de cóndor hacer click aquí.

:: CACERÍA fue registrado en La Cobacha, un estudio de grabaciones de Luján, y
editado independientemente. Para quienes quieran adquirir el disco
comuníquense con
elbrachetta@hotmail.com.

Después de la Cacería
Actualmente Claudio se encuentra preparando material para su próximo disco. Parte de ese material se presentará este 19 de abril en el Quintanilla, entre viejas canciones.

Realmente conmueve la coherencia de los artistas que miran de frente, esos que no se esconden entre las luces sino que salen a iluminar. Ahí está Claudio, el que canta …y yo soy de los que invento y creo en las mariposas que se llevan el dolor, y los que lo conocemos sabemos que es así. Remata la charla diciendo:


Como decía un profesor, con dos chapitas de cocacola se puede hacer música, ya llegará el teclado y lo demás.
Y han ido llegando, me ha costado no morfar…

11.4.07

BAJO CUERDA E IVÁN TORRES A BENEFICIO DEL JARDÍN LUCECITAS
LEJOS DE ESTAR SOLOS
La música como un abrazo, un abrigo, un plato de comida caliente… ¿Viste qué frío que hace afuera? Tanto que nos encerramos… nos metemos en nuestras soledades mezquinas; pero es de noche y la noche tira, la noche llama… Dejá las puertas abiertas, enchufá los equipos… ¡Probando sonido! ¿Todo listo? Bué, larguemos…


ROCK, BLUES, CANCIONES PARA DAR UNA MANO
Cuerdas vocales, cuerdas de guitarra y el tal Iván Torres que arranca. Sus ojos son profundos, su mirada intimida de la mejor manera en que alguien puede hacerlo… al fin y al cabo es un taliván y su tarea ha sido venir al menos a movernos un poco el piso.
Y lo hizo.


– Así vas bien Iván, tu idea de cambiar el mundo funciona, aunque no lo perciban las tapas de diarios y revistas… funciona. Un compatriota tuyo me lo dijo unos días atrás –saludos, Radye, les recomiendo al costado de la página visitar el sitio de este artista- la cultura cuando se vuelve solidaria toma otra dimensión, quizás la verdadera, la que nos saca del aislamiento… la que nos llama a construir.


Pero bueno, acá no hay que desviar el asunto…

– Sí, a ustedes les hablo, si al fin y al cabo la primera piedra la tiraron ustedes… los Bajo Cuerda…

Ellos trajeron y se unieron a Iván para esta cruzada, pequeña en dimensiones, si caemos en nefastas comparaciones, pero gran cruzada si tenemos en cuenta el trabajo y el amor puestos en juego.
Por empezar, la cruzada de cordillera, lo cual no es poco, y siguiendo, la de tocar en beneficio de los pibes que lo necesitan, con el esfuerzo que representa para músicos del circuito local hacerlo… Ellos seguro que lo agradecen con sus ojos húmedos de algo más de vida, de saber que esa campera cubre un poco más el frío que la que no está, y que
hoy tenemos algo para comer, mamá!
Nunca es suficiente, me dijo Paula al terminar el recital y eso demuestra que ellos saben por qué lo hacen, y no es precisamente por el cartel.
Bajo Cuerda tiró la primera piedra, la piedra fundamental.
Sonaron muy bien, supieron adelantar el disco que están grabando, y que cada vez nos da más ganas de escuchar.
Lo hicimos juntos, palabra que suena extraña… juntos.
Lejos de estar solos, esa noche y hoy, cuando lo pienso, me agarra la desencajada idea de creer que juntos se sale, el tema es juntarnos más, y a veces eso es lo que nos cuesta.
Gracias a Raúl Zamarián, Paula Casciani, Carlos Casciani, Victor Silione, Carlos Frites; gracias Iván Torres; gracias a FM UTN por la mano y a todos los que hicieron algo para que esa noche se apaguen las luces y se encienda un escenario, un escenario nunca exento de esperanza en que la canción llegue más allá de lo que los parlantes intenten.
Se juntó algo, nunca suficiente, pero algo.
Lo que queda y debería cuestionarnos es qué hacían entre las “donaciones” un par de latas vencidas de nosequé, porque no tenían etiqueta. Los que tuvieron la idea de llevarlas por ahí podrían explicarlo ¿no?
BAJO CUERDA E IVÁN TORRES A BENEFICIO DEL JARDÍN LUCECITAS
LAS FOTOS

BAJO CUERDA & IVÁN TORRES, JUNTOS
IVÁN TORRES


IVÁN Y PAULA CASCIANI

RAÚL ZAMARIÁN Y CARLOS CASCIANI

VICTOR SILIONE Y RAÚL ZAMARIÁN

PAULA Y CARLOS, LOS CASCIANI A TODA MÁQUINA

PAULA, CAMILO JIMENEZ (AMAUTA), CARLOS,
IVÁN CON SU HIJO NICOLÁS "EL COMPADRITO", RAÚL,
MARIANO (LINTERNITA), VICTOR Y CARLA (LINTERNITA)

1.4.07

BAJO CUERDA e IVÁN TORRES han preparado una serie de presentaciones para este fin de semana.
El viernes 6 van a presentarse en la Casa de la Cultura de la Asociación Bancaria. Mitre 1260 de ciudad, a las 23hs.
Y al día siguiente...
BAJO CUERDA junto a IVÁN TORRES
Sábado 7 de abril a las 22 hs.
en la sede de ACANyA.
Sáenz Peña 626 (esquina Serpa)
Luján de Cuyo. Mendoza.
Entrada: Alimento no perecedero
o ropa para niños chicos.
A beneficio del JARDÍN LUCECITAS.

(Más info acerca de Bajo Cuerda e Iván Torres, abajo)


BREVE HISTORIA DEL “JARDÍN LUCECITAS”
(CDIyF Nº 9 “Dr. D. L. Carbonell”)
Desde siempre fue una institución de la Dirección de Niñez, donde los chicos estaban internados porque sus padres no podían hacerse cargo de ellos. Allí permanecían toda la jornada. Con el tiempo se sacó la modalidad de internado y sólo pasaban el día. Al llegar la noche volvían a sus hogares. En un primer momento era “La casa del niño” y luego la Guardería “Dr. Carbonell”. Con el tiempo pasó a llamarse CDIyF Nº 9 (Centro de Desarrollo Infantil y Familiar), como sigue siendo llamada por la DINAADyF, quien por intermedio de ACANyA (Asociación Civil de Ayuda al Niño y Adolescente), una ONG que fue fundada en 1997, tiene por convenio desde 1999 el gerenciamiento del Centro.
El CDIyF Nº 9 “Dr. Carbonell” tiene a cargo un jardín maternal, con chicos de entre 45 días y 4 años, divididos en salas por edades. En mayo de 2000, a través de un convenio con la DGE, el Estado, representado por la DINAADyF, crea un SEOS (Servicio Educativo de Origen Social). En él trabajan docentes y auxiliares. Dentro del Centro también se encuentra el CAE (Centro de Apoyo Escolar) con chicos de 5 a 12 años. Estos chicos asisten a la escuela, y en el turno contrario permanecen en el centro, donde dos docentes cumplen la función de complementar la educación formal mediante, por un lado, la ayuda específicamente escolar, y por otro lado, la realización de talleres como títeres, carpintería, cine, galería de arte, y una huerta.

Actualmente cuentan con una profesora de plástica. Hasta el mes de junio de 2006 se realizaba también un taller de murga que, por falta de recursos económicos, se vieron obligados a suspender. Además poseen una sala de psicomotricidad, con una profesional trabajando en ella. Esta sala, a criterio de los docentes, es muy completa y da muy buenos resultados. Concurren a ella los chicos de 3 a 8 años.
El CDIyF Nº 9 realiza articulaciones con otras instituciones: La Municipalidad de Luján de Cuyo, el Centro de Salud Nº 31 “David Busana”, el D.O.P.C. (Dirección de orientación Psico Comunitaria). Además establece relaciones con la comunidad por medio de colegios, el ITU y la UNC.
El Jardín “Lucecitas” es una institución de la DINAADyF gerenciada desde 1999 por ACANyA. El funcionamiento de esta ONG, forma parte de un elemento que se ha transformado en estructural, ya que surge de una necesidad de quienes forman estos organismos, de cubrir algunos espacios. El surgimiento de ONGs termina siendo funcional al tipo de Estado predominante en la actualidad, ya que se hacen cargo de aquellos asuntos en los que el Estado se retrae. Estamos hablando de un Estado Neoliberal que abre camino al Mercado como mecanismo autorregulador, y deja muchas de sus tareas en manos de éste. En el caso de ACANyA, su función principal consiste en complementar la educación formal que reciben los niños que tienen a cargo, en las escuelas. Esto forma parte del momento histórico por el que atraviesa la sociedad, el que la educación pasa a un segundo plano, junto con todos los demás servicios sociales. Esta ONG intenta entonces revalorizar la educación de los niños, principalmente de los sectores más desprotegidos de la sociedad, ya que éstos han pasado a formar parte del ámbito privado, al que no tienen acceso grandes sectores de la población. Además, ACANyA, por estar en articulación permanente con el Centro de Salud Nº 31 “David Busana”, se encarga no sólo de la parte educativa, sino también de la salud de estos niños, quienes en su mayoría presentan algún grado de desnutrición. Todo lo dicho demuestra que ACANyA intenta recuperar la reivindicación de derechos de los niños y de sus respectivas familias, ya que como afirma la mayor parte del personal, se trata de “niños con vulnerabilidad de sus derechos”. Esto nos remite nuevamente a aquellas responsabilidades que el Estado delega en el Mercado, lo cual implica todo un cambio en la concepción de ciudadanía. Siendo el Mercado el regulador de la sociedad civil, no es considerado ciudadano sino aquel que tiene posibilidad de ser consumidor y contribuyente. Y por supuesto que en estas categorías queda excluida una importantísima porción de la población. Es principalmente por este motivo, que resulta imprescindible en este momento, el funcionamiento de ONGs que se ocupen de proteger a estos sectores excluidos, y sobre todo de ayudar al desarrollo de sus potencialidades, dando paso a la construcción de los escenarios por parte de los mismos sujetos.

27.3.07

IVÁN TORRES se presenta
El chileno Iván Torres vuelve a Mendoza.
Para conocer mejor su historia, o parte de la misma, qué mejor que nos la cuente él.
De su blog, extraemos un fragmento de una especie de presentación, y los invitamos a visitarlo para conocer mejor al artista.



“Soy Iván Torres, músico, trovador, blusero, también conocido como Un Tal Iván TorresGemelas, y por que no como El Duque Del Bronx; creo que hay que cambiar el mundo hoy mas que nunca, también creo que somos nosotros los llamados a cambiarlo; yo lo estoy haciendo desde la música hace más de 20 años.
Mis inicios están en los guitarreos de mis tíos y sus amigos al interior de Parral en el fundo 'Las Camelias' al calor de cuecas, rancheras, zambas, etc. lo que ya es mucho para un niño de 5 años. En 1980 formé el grupo 'Huellas' ( rock de fusión latino americana) hasta 1984, año en que me auto exilié en Argentina, Uruguay y Brasil viviendo de cantar en bares, universidades, actos políticos por la democracia en Chile, etc.

En Argentina toqué con cantautores de Mendoza, Córdoba y Buenos Aires; en Uruguay lo mismo y fue por mucho tiempo mi casa. agradecido de los montevideanos y de los maestros Leo Masliah, Alfredo Zitarrosa y Daniel Viglietti entre otros.
En 1987 vuelvo a Chile y continuo mi oficio tocando en Santiago en bares donde me encontraba con Gervasio, el tío Roberto Parra, el Flor Motuda, Pancho Villa, Mario Rojas y otros. [...]”

Para conocer más sobre su historia, sus discos y demás datos, pasen por http://www.lacoctelera.com/ivantorres. Y a escucharlo, que oportunidades no faltan.
BAJO CUERDA
Esta banda es sin dudas, una de las más interesantes propuestas del rock y el blues local, sus canciones cuentan historias urbanas que se entretejen en medio de la guitarra y voz de Raúl Zamarián y Paula Casciani, el bajo de Carlos Frites, la batería de Carlos Casciani y la guitarra y violín de Victor Silione. A modo de reseña o presentación para quienes no los conocen, van a continuación algunos datos previos a la presentación del próximo fin de semana junto a Iván Torres.



Bajo Cuerda debuta el 29 de marzo de 2003 en el Microcine de la Municipalidad de la Capital de Mendoza, compartiendo escenario con la banda Mr. Mojo de Córdoba invitada para presentar su disco en Mendoza. A partir de ese momento la banda no paró de tocar recorriendo el circuito de pubs de Mendoza, como también mostrando su música en plazas barriales y peñas.
En octubre de 2003 son incluidos en el festejo del Aniversario del diario Los Andes compartiendo escenario con destacadas bandas locales. Y llegado septiembre de 2004 presentan su primer EP junto a la banda mendocina Del Médano que presentaba su disco.
En el mes de febrero de 2005 participan del ciclo Verano, Parque y Vendimia en el Parque General San Martín. Además, tocan en el teatro Plaza en mayo de ese año con motivo del aniversario del departamento de Godoy Cruz.
Arrancan el 2006 tocando en la segunda edición del Mendorock, en el teatro Gabriela Mistral. Además, la banda integra junto a muchos otros músicos el Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos (MIMM), que en octubre de ese año realiza el festival Música en Movimiento, y los tiene sobre el escenario del teatro Selectro.
En diciembre, cierran el año 2006 presentándose junto al cantautor chileno Iván Torres y con su dúo Sudaca Proyect, integrado también por la cantautora Vasti Michel. En enero de 2007 cierran el ciclo Esperando Vendimia en el departamento de Godoy Cruz. Y en febrero de este año realizan su primera gira por el país de Chile, invitados por Iván Torres y Del Bronx Producciones, para ser partes del Festival Blues de los Andes junto a él, Guatapike y Swingatos. Realizan dos presentaciones mas junto a Iván Torres y Vasti Michel.

Actualmente Bajo Cuerda se encuentra terminando su primer disco.
Podemos decir mucho más, pero... mejor es escucharlos.

4.1.07

Agradecidos por los comentarios, estaría bueno que, aunque no estén registrados y deban ingresar como anónimos, dejen una firma para saber de quién se trata... al menos un seudónimo... por saber nomás, je.
Y sigamos en contacto. A ver...

3.1.07

... el 2007...


Podemos tener grandes y pequeños sueños... Lo importante es dejar de delegar responsabilidades y hacernos cargo de esta única realidad que tenemos... No esperar grandes milagros sino solo los que podamos generar desde la energía que nos mueve a seguir andando.
Somos esto que hacemos... y nada más.
Y lo que nos guardamos... lo que no queremos dar... eso queda hecho cenizas y no sirve. Digo...

¡Felicidades... un gran 2007 para todos!
Y metámosle que nos dejan afuera... hay que pelearla, loco.
Un abrazo.

La Linternita

31.12.06

III FESTIVAL LA LINTERNITA
¡Qué buena noche!

Mal está que uno lo diga, y siempre esperamos que lo digan otros, pero es que fue realmente una buena noche... qué le vamos a hacer!
Si no fuera porque empezamos un poco tarde (y terminamos un poco tarde) hubiésemos tenido más público al final de toque... pero se dio así... problemas técnicos digamos...
Llegamos como a las seis de la tarde a barrer la mugre de alguna vendimia o festichola de esas que abundan para estas fechas... y ahí arrancamos... tratando de acondicionar un poco el lugar (y es que así somos... que las cosas las limpien los giles... y los giles ahí estuvimos, por suerte temprano).
El sonido y las luces, muy buenos y el apoyo de tanta gente, amigos, familias y empresas que hicieron su aporte para la ocasión nos permitieron estar ahí.Mas allá de esto o de aquello, empecemos con algunas palabras e imágenes de los amigos que desde el escenario le pusieron el verdadero sabor a la cuestión...
III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 1]
GLASS ONION

El toque inicial lo dieron los Glass Onion, en formato de duo (Andrés de Casas y José Becerra) con algunos invitados como Mauricio Bertozzi en teclas y Andrés Scanio en voz, haciendo alguna buena canción beatle y sumando esta vez un repertorio propio (que incluyó en medio algún clásico del rock argento).


III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 2]
DIEGO RODRÍGUEZ


El compadre de Villa Hipódromo se vino con sus canciones de barrio bajo el brazo y nos dimos el gusto de escucharlo de nuevo, algo que extrañábamos. Diego es un tipo muy sensible y si bien en sus letras habla de muchas cosas, todo lo que evoca despierta una vuelta a la simpleza, fue bueno reencontrarlas (en nuestro caso) y para muchos conocer esas canciones.


III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 3]
ELODIÈ

El tercero de la noche fue el turno de Elodiè, que nos trasladó hasta sus terrenos eléctricos, desde los cables que lo recorren, esos cables que llamamos venas, de las que emerge el sonido y la vibración de estas canciones... algunas de Francisco Bochatón, uno de los poetas más fuertes del rock de los ‘90 a esta parte. Fue un momento excelente en que se oscureció todo, y la silueta de Elodiè gritó lo que tuvo ganas de gritar.


III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 4]
CLAUDIO BRACHETTA

El show de Brachetta fue por demás interesante. Acompañado por Pablo Quiroga en percusión, Javier Lombardo en bajo, Marcelo Rojas en guitarra y Gabriel Concatti en proyecciones, retomó su Cacería en un recital con mucha energía... pasando por la calma y la furia, y dejando una marca en la noche.
Un artista con la trayectoria de Claudio mostró una vez más que no es uno más... que es un músico con personalidad, que crea y recrea sus canciones desde este “interior del pais” y que su canto merece ser escuchado, merece llegar a donde aún no ha llegado.
III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 5]
ZAMARIÁN/MAZA/VILLEGAS/SILIONE

La suma de estos cuatro músicos más que suma es una potenciación... Raúl Zamarián, uno de los compositores más sensibles del rock local, Silvana Villegas, una cantautora que hace brotar su voz desde las raices de la música y la tierra, Gustavo Maza, uno de los representantes de la canción folclórica más interesantes de la mendoza actual (pronto a editar su disco) y Victor Silione, en esta ocasión con su violín metiendo arreglos que no son agregados, sino que nacen de la misma canción, surgen de la esencia de la misma. Un lujo tenerlos juntos y una muestra de que juntándonos podemos generar mucha luz (de ahí aprende la linternita, o intenta).
Se sumaron bailando una hermosa zamba Patricia y HernánVillegas.
Y hablando de sumarse y potenciarse, un párrafo aparte para la versión de Llueve adentro hecha junto a Lombardo y Quiroga...

III FESTIVAL LA LINTERNITA [PARTE 6]
DE LA CALLE BLUES

Y la hora del cierre no podía ser sino con mucha polenta. Le llegó la hora a De la Calle Blues, banda que en el año que comienza (2007) celebran sus 15 años de vibración... Un paseo por clásicos del blues y temas propios como para ponerse a tono con el disco que viene (en breve). Prolijidad y sangre puestos en escena por una banda que supo ser el verdadero broche de oro de la noche...
Omar “Chino” Brizuela en guitarra y voz, Adolfo “Koala” Gebhard en bajo y coros y el baterista Osvaldo Vulluz sumaron para este show a Ariel Farías en teclado para cerrar esta noche de grandes lujos, esos lujos que solemos darnos en nuestros festivales.

28.12.06

¡Gracias por venir al festival!
Una gran noche en el museo... en estos días subiremos algunas fotos...

22.12.06

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

21.12.06

Fin de año... ¿che... nos juntamos?

Bueno, acá estamos... se hizo larga la espera y nos lo hicieron notar por ahí. Gracias por pedirnos más... siempre se puede dar más.
Pero no es por olvido ni dejadez que no estuvimos sino porque, entre otras cosas, estamos preparando el festival para cerrar el año. Entre idas y vueltas, cambios de fecha y demás, ya estamos en condiciones de afirmar que se hace el miércoles 27 de diciembre a las 21:00hs. El gusto, como siempre, es poder reunir gente de distintos palos, unir expresiones.
Las canciones de barrio de Diego Rodriguez, Claudio Brachetta con su cacería de sonidos y palabras; una reunión exclusiva para la fecha, la de los cantautores Raúl Zamarián, Walter Ulloa, la cantautora Silvana Villegas y el violinista Victor Silione que nos traerán texturas provenientes del folclore y el rock; la electricidad de un músico como Elodìe, el excelente blues de DelacalleBlues, y la esencia beatle que entregan los Glass Onion.
Nervios y mucha energía puesta en reunirnos una vez más, en que las cosas salgan bien, que podamos terminar el año con todo.
Los esperamos.
Saben que cualquier duda nos pueden escribir a
lalinternita@gmail.com

6.12.06

[Estamos haciendo algunos cambios.
Pronto actualizaremos. Gracias por pasar]

20.11.06

Lo que somos...

Hace un tiempo nos preguntábamos en la revista... qué hacemos con la cultura. Ahí nos dimos cuenta de que tal vez no teníamos, ni tenemos, demasiado claro a qué nos referimos cuando decimos "cultura".
De qué nos sirve visitar grandes museos y admirar las obras de arte desde afuera si no logramos incorporar esa cultura a la que pertenecemos por razones más que geográficas.
"La cultura está llorando con un niño entre los brazos, en una jaula cuadrada, con barrotes de ignorancia. Sus ojos son dos pantallas televisando su drama, con cereales de basura que vienen de otra cultura" canta Miguel Cantilo; y nos parece una buena oportunidad la que nos ofrece el Encuentro de Culturas Andinas, para empezar a romper esos barrotes de ignorancia que nos apresan e ir entendiendo y construyendo nuesta cultura, que es, al menos, nuestro objetivo.
Organizado por la Asociación Ecuménica de Cuyo, este viernes se realiza el V Encuentro de Culturas Andinas, y nos parece que es una oportunidad para aprovechar.

V ENCUENTRO DE CULTURAS ANDINAS
Tema: EL AGUA
Viernes 24 de Noviembre/06
Facultad de Ciencias Polí­ticas y Sociales. UNC

Entrada Libre y Gratuita

Organiza: ASOCIACIÓN ECUMÉNICA DE CUYO (Tel: 4290844)

Auspicia: Facultad de Ciencias Polí­ticas y Sociales

PRESENTACIÓN:
Los encuentros de Culturas Andinas intentan que nos preguntemos por nuestra identidad, por el rostro conocido y el desconocido de nosotros mismos, por aquello que nos da gusto, alegrí­a y sueños, pero también miedos y rabias. Por los misterios que nos hacen elegir a Mendoza y también, a ratos, ganas de olvidarnos de Mendoza.
En encuentros anteriores miramos a la historia y el paisaje, a las tradiciones vivas y las que murieron o están escondidas. A lo que nos dio la naturaleza y construyeron quienes nos precedieron.
En este V Encuentro queremos interrogarnos y opinar sobre el agua, como hecho objetivo y misterio fundante, la que nos hizo y nos hace, murmurando en los recovecos del alma. Y también cantar con sus evocaciones.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES:

MAÑANA:
Mesas Debate: El Agua en la Historia y la Cultura
· 9:30 hs.: "De los caciques del agua a la Mendoza de las acequias"
Ricardo Ponte
· 11:00 hs.: "Agua y mí­stica en el desierto"
Rolando Concatti
El "hombre troquelado por el riego" en la obra de Juan Draghi Lucero
Daniel Prieto Castillo
13:30 hs.: Receso

TARDE:
· 15:00 hs.: Video Instalación - Encuentro de Artesanos
· 16:30 hs.: Problemáticas de las lagunas de guanacahe y su relación con la cultura Huarpe
Gustavo Blanc (Dir de Rec Naturales)
Juan Nievas (Comunidades Huarpes)
· 18:00 hs.: Improvisación de Humor
Teatro el Taller (Dir. Ernesto Suarez)
· 19:00 hs.: Música Popular Mendocina
Claudio Bracheta
Sandra Amaya
Los Gloriosos Intocables

31.10.06

BUSCANDO UN PARLANTE
Movimiento las cosas tienen...

"...porque todas las cosas traen alguna música..."
MIGUEL ABUELO

Música en Movimiento, así se dio en llamar el festival que este domingo armaron los muchachos del MIMM (Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos).
Música... cuántas cosas que dice...
El otro día veia los afiches del "Pecsi miusic", solo papeles que me hablaban de una gaseosa pero no me decían nada de rock, ni de música, ni de nada... Los músicos parecían estar aplastados por la marca gigante, enmarcados por los colores del dios gaseoso... Pero acá la primer palabra es Música, y eso es lo que hubo... música... en movimiento. Porque estáticos son los gendarmes que cuidan de una bandera dormida, estáticos son los pensamientos de muchos que ponen estática a mucha gente... estático es el miedo, o más, el miedo lucha por ponernos estáticos desde cierta prensa, desde el poder... el poder de paralizar.
Y el domingo la música mutaba, se movía desde estados calmos y serenos hasta alterados estados de gracia, se elevaba en arpegios o en distorsiones, sonaba porque sabía cómo sonar, en voces que acariciaban, susurraban y gritaban, porque tenían qué decir, porque sabían por qué hacerlo. La sala podría haber estado más ocupada... quedaban asientos por ser usados, y seguro que afuera no faltaban orejas que necesitaban ese sacudón, esa dosis de movimiento.
Bueno... si... esto que escribo parece un círculo, una vuelta sin fin donde se repiten palabras, pero si la repetición sirve para fijar las ideas, entonces repita conmigo: Amauta, Lía Muñoz, Alturas, Guillermo Chacón, Aires de Tango, Gustavo Maza, Bajo Cuerda, Martín Castro, Paula Neder, Duo Acosta-Martinetti, Dos Bajo Cero, Sergio Bonelli, Zoopsia... si leen o escuchan algunos de estos nombres, pasen y escuchen.

TODO POR UN SAN MARTÍN
Si senió, estas variadas combinaciónes de sonido y silencio, este espectáculo de más de tres horas pudo disfrutarse por solo cinco pesos... si, ese billete verdoso que retrata al libertador (cuánto se parecen nuestros billetes a las figuritas de Billiken ¿no?). Y los fondos iban para que el
Movimiento pudiera comprar su computadora.

Desde acá, desde La Linternita, con una prensa no tan fuerte como la que dan los "grandes" medios, pero con todo el afecto que nos brota ¡¡¡aguántemele!!! como dice Gustavo Maza, y que se venga la próxima...
Bar Lalo... ¡y que suenen los cristales!

"En Salta hay boliches que no tienen puerta... porque no cierran nunca. Y ahí están las mujeres desesperadas dando vueltas, porque los maridos se están gastando todo el jornal... Y ahora que no hay que andar mucho pa' gastarse todo..."

CUCHI LEGUIZAMÓN.

Corría el año 1992. Leandro Esteban Pardo –más conocido como el Lalo- casado y con cuatro hijos, se queda sin trabajo. Así fue que comenzó la historia de un bar, la nueva historia del bar que compraba el Lalo, para convertirlo en un rincón cuyano.
El Lalo Pardo es sastre de profesión, también se dedica a la cocina, con buenos resultados, y hasta se deja llevar por una guitarra para cantar algún tango o algo cuyano.
Anteriormente había tenido un bar donde, entre otras historias, conoció a uno de sus ídolos, Nicolino Locche, cuando era campeón mundial.
Pero lo que buscábamos -y conseguimos- era conocer los recuerdos que giraban alrededor del Bar Lalo. Esa esquina frente a la cancha, que hasta el año ‘98 fue testigo de esta historia; ubicada en San Martín y 9 de julio, de Luján.
Música, comidas, vino y amigos. Nombra a algunos de ellos, a muchos de los que pasaron por ahí, como Montenegro, Cacho Garay, el Gatito Olivera, el doctor Juan, Pocholo Cabrera, los hermanos Osorio, Jorge Páez, el Cacerola, Contrafato, Jorge Mansilla, Oscar Villegas, Mofatto, Citón, Raúl Barnnés, y Leonardo Favio -con el que se conocían desde antes de hacerse famoso- entre otros.
Disfruta con cada recuerdo del boliche y nos dice -cosa que ya habíamos advertido- que él era el alma de ese lugar.
Lugar que, a partir de su llegada, se convierte en un espacio para algo más que el bar mismo. Un lugar donde encontrar un plato de comida, un trago, amigos y algo de música... Así, como él mismo nos cuenta:
...la música estuvo siempre en el boliche, a mí me gusta todo ese movimiento. Siempre tenía una guitarra abajo del mostrador y el que llegaba... Que le enseñara a hablar si sabía, sino... Problema de él.
Me gusta cantar. Con el Jorge Páez siempre nos juntamos y sale algo. Yo le puse letra a un tango de él, que estaba dedicado a una chica de luján que falleció en un accidente. Él me dio un casete con la música, para que vea los tiempos, y yo la escribí.
Con un porteño, Raúl Barnnés, aprendí varios tangos. Llegó este tipo un día al bar y me dice “hola patrón” con un vozarrón tremendo, tenía el timbre de voz muy parecido a Gardel. Me pide un tintito y le di del que tomaba yo, me di cuenta de que el tipo sabía tomar. Él era jubilado del gobierno y me dice, “me arrimé por acá porque el otro día pasé y escuché que la gente estaba cantando”. Entonces saqué la guitarra y se la pasé. El la agarró bien suave, le digo “¿se anima?”, “si usted me da permiso... ¡para la barrrra!” Dijo y... ¡dios! ¡qué bueno era! Miró a la puerta y vio que estaba abierta, entonces enfocó para allá, como para que saliera todo.
Con él hicimos una amistad sincera. Me dice “yo no conozco las costumbres de la gente de acá”, y justamente cumplía años uno de los muchachos osorio e hicieron una fiesta cuyana. Comidas típicas, empanadas, carne a la olla. Entonces le pregunto si se anima a salir unos días. Me dice “¿cómo unos días?”, “sí, porque esto no es de un día” le dije...
(risas)
Le dijimos a la señora que íbamos a salir una noche. Cuando llegamos, una tanda ya había tocado y había otros que estaban medio dormidos. Le digo “¿qué hacemos Raúl? Mirá que yo acá llego y me instalo”. Así que se puso a cantar tango. Los tipos decían “¿quién es éste?”, “es un fenómeno”, dice un colorado de San Rafael, y se hizo amigo de estos tipos. Al otro día nos dicen “¿no se quieren venir con nosotros?” El porteño me dice “están locos, me van a echar de mi casa” pero al final nos fuimos y volvimos a los dos días. Cuando volvimos, la esposa le dice “¡te vas con este otro atorrante!” Y yo me pegué la vuelta “bueno, que le vaya bien, nos vemos raul”.
Más tarde, su esposa, maría eugenia, pone el casete que había grabado Barnnés en forma casera y mientras lo escuchamos, el Lalo, con admiración nos comenta: ... Este hombre llegó aquella vez a enriquecer lo nuestro, porque el tango es tan grande... Y él lo domina tanto...

La casa de la cultura 2
Una vez nos invitaron a la casa de la cultura, que estaba en Balcarce y Santa María de Oro, frente a la plaza. Ahí cantó Raúl y canté yo. Pero fuimos con los muchachos del boliche, los areneros, viste. Y el secretario de cultura me dice “no me vas a meter a éstos acá, mirá la gente que hay...”. Le dije “tengo un cantor... de película, pero tiene que entrar la barra”.
Les dije a los muchachos “¡ustedes... mutis!”. Había empanaditas, copetín... Y le pedí a una de las chicas que les sirviera, “¿y quién los invitó?” dijo, “son invitados de nosotros, que se porten bien”, “sí, vos dales de comer y vino y vas a ver que nadie te molesta”. Cantó Raúl y después me llama. Cantamos ese tango de la pastora, que lo cantaba Julio Martel y Carlos Gardel. Terminamos y nuestra hinchada nos gritaba “¡¡¡bieeen!!!”
Después nos invitaron otro día, pero esta vez fuimos solos.
Por eso los muchachos le pusieron al boliche: la casa de la cultura 2.


Y la barra completamente agradecida...
En los extremos los hermanos Osorio, de traje: el Gato Olivera, Migues y el Lalo.


El Lalo tiene muchos amigos, con especial cariño nos cuenta de uno de ellos: ... Resulta que un día yo iba a animar una peña en lo de Barrionuevo, en Drummond. Cuando estábamos ahí llegó el Gatito Alberto Olivera, que era otro animador. Yo a él no lo conocía, y esa noche animamos juntos. Él es muy bueno en esto, nombra a los integrantes de los conjuntos, la trayectoria... Él me dijo “vos anunciá el conjunto y lo demás lo hago yo”.
Tomamos unos tragos y me contó que no tenía papá... Yo le dije “si no tenés papá para qué está el Lalo Pardo” me abrazó y gritó “¡muchachos, ya tengo papá!”. A partir de ahí hubo un sello entre nosotros.
Él en Luján debe ser el mejor animador de peñas que tenemos. Además, es amigo de Anselmo de Mendoza, que para mí es uno de los grandes compositores de música cuyana.
El Lalo es un tipo simple, abierto, por eso así como nos abrió las puertas con tanta amabilidad, hizo lo mismo en el bar con mucha gente ...
Yo hice mucha amistad con el Coco Cabrini. Él tenía una banda, un conjunto (La Jarillera), y nunca habían salido a tocar para el público. Entonces un día me dijo que querían venir a tocar al bar, pero tenían miedo de que la gente de ahí no los aceptara, porque eran todos parroquianos, cuyanos. Yo le dije que no había problema... lo que sí, había que traer algo para entretener a los muchachos. Así que trajo unos vinos.
Cuando a los muchachos del bar les dije que venía a tocar un conjunto de música moderna, me dijeron que con eso iba a echar a todos. Más tarde llegaron, empezaron a instalar cables, parlantes, micrófonos y cuánta historia; la gente estaba asombrada. Pero les gustó... Tocaron y hasta me invitaron a cantar a mí, canté un bolero y tuve hinchada propia...
Después siguieron viniendo, un día trajeron a uno de los Enanitos Verdes.

Otro día, pedí permiso a los vecinos para cerrar la calle 9 de julio y pusimos una tarima. Tocó el Coco, el muchacho Rivarola con la chica Perez, que hacían folclore. Presentaron también unas piezas de arte, unos cuadros de ella. Ahí tocaron una cueca, que después iban a representar en el bar para filmarla.
Y la filmaron nomás, les quedó bien bonita... Trabajaron con los parroquianos de ahí, del bar. Esas caritas coloraditas...
El trabajo después lo mostraron por Uruguay.
En un momento, mientras hablábamos, su esposa nos acerca a ese Lalo que seguramente ella conoce como pocos ...
Hay algo que mi marido no ha dicho y es que en el bar él preparaba comida a toda la gente que hallaba por ahí. Los que andaban tiraditos, curaditos, sabían que tenían un plato de comida caliente.
El Lalo no se pone en la vereda de enfrente, se siente orgulloso de su gente. Nos dice ...
A veces yo no tenía nada, entonces los muchachos salían a las verdulerías, al pollero y venían con los bolsos llenos de verduras, ranchos de pollo... ¡me hacía unos sopones! Esos tipos nunca te fallan.
Había un viejito que me ayudaba, el Francisco, era de Salta y estaba solo... En navidad y año nuevo se ponía a llorar “Lalito... ¿a dónde voy?” Yo le daba vino, algo para comer... Pero no era eso... Un día lo invité a mi casa, “no sabe usted lo que me ha dado. Usted es mi hermano” me decía.

A veces él me hacía alguna compra y yo, en forma de pago, le daba una botella de vino. Entonces la dejaba por ahí y cuando venía algún curado que no tenía guita, él se servía como diciendo "yo soy el que manda acá" (risas).
Después estaba el Negro Ahumada. Un tipo que trabajaba mucho en la construcción. Un día falleció el padre y se quedó solo; por ahí dormía en la calle, andaba por ahí.
Me acuerdo que yo me ponía a barrer y silbaba, entonces él hacía con la mano como que me quitaba el silbido y empezaba a silbar él... ¡y yo me tenía que quedar callado!
(risas).
Esos tipos son mundiales. El negro jamás una mala palabra, jamás una agresión...

El lalo “Castrilli”
El Cacho Garay le dijo a Citón un día en la radio que a mí me decían Castrilli, "porque cobra lo que quiere y si protestás te echa..."
Yo tengo un carácter parejo, sé lo que es bueno, lo que es malo, sé cuando me agarran de gil. Entonces llegó un momento de hacer un código. Por eso aproveché el chiste del Cacho y me hice unas tarjetas: la amarilla y la roja. Desde el mostrador las levantaba. Una vez, a uno le di una semana sin entrar, y se encargaron de sacarlo los muchachos "porque esta es nuestra segunda casa" decían ellos. Cuando venía, si quería un trago se lo pasaba y tomaba afuera. Después de esa semana fue un caballero.

Y así se pasaron más de dos horas de charla. Por un momento creímos estar en el bar, o quizás estuvimos; compartiendo un trago con ese tipo que nos trató como amigos, con su esposa María Egenia, su hija Julieta y Azul, una amiguita de la familia, quienes prepararon unas buenas pizzas para esa noche en la que el Lalo volvió a ser un bar... El Bar Lalo.


(Nota publicada originalmente en el Nº2 de la revista)

27.10.06

POR QUÉ ESTAMOS ACÁ...
Nos necesitamos

Me lo dijo un sabio cartero de la República de Morón: "...es una época de jugar en toda la cancha, no sólo en la eterna bùsqueda del papel escrito...", porque la verdad es que se complica editar pero eso no impide que podamos seguir diciendo cosas, o decir una y mil veces lo mismo (hasta que se nos escuche).
Pensamos seguir con el proyecto, y lo más factible hoy es hacerlo mediante este espacio. Pronto volveremos a la alternativa del papel, esperamos, pero acá estaremos con más frecuencia, contando, mostrando, haciendo que no todo termine unos metros más allá de nuestro ombligo. Comunicándonos, porque sus comentarios van a ser no solo útiles, sino necesarios.
Nos necesitamos, es lo que nos parece, y por eso queremos que nos acompañen.

En junio festejamos nuestro primer año y editamos, paradójicamente, la última revista hasta la fecha. Pero festejar con más de cien personas y muchos artistas trabajadores y amigos fue, quizás, una de las cosas que más nos impulsan a seguir.
Fue una buena noche aquella en la Biblioteca Alberdi... nuestra Biblioteca Popular. Gracias a Rosa y a toda la gente del lugar, aquella noche fue demostrar y demostrarnos que se puede, aun sin el apoyo de las autoridades de turno.
Los artistas dieron todo sobre el escenario, la gente también... hasta nos ayudó a pagar el sonido.

Los músicos: Fabián Cabrera, Elodie, Raúl Zamarián, Silvana Villegas, Gustavo Maza, Huyaricuy, los Black Cat Bone, Los Defensores de Medrano, Sandra Amaya, Diego Rodriguez, Claudio Brachetta y los Glass Onion.
Entre los aires folclóricos, rockeros o bluseros de la noche, supimos traspasar los límites que se nos habían impuesto desde la dirección de buenas costumbres, y sacar provecho de la cultura. Gracias a todos. Y que se repita...






25.9.06

Encender La Linternita

Nos hace falta encender la linternita, -me dijo el viejo, mirando ese horizonte que se le colaba por la ventana-.
Es como la memoria, viste, que nos hace tanta falta para encontrarnos con el pasado. Con lo bueno y lo malo, no importa. Recordar para que se nos despierte esa sonrisa que espera salirnos cuanto antes, o esa lágrima, que reprimimos qué se yo por qué cuestiones.
Tenemos que encenderla... ¿sabés cuántas cosas pasan hoy sin que nos enteremos? ¡La cantidad de gente que construye desde un rincón y nadie los mira!
Va a ser bueno iluminar las cosas simples, esas cosas de las que surgen las más grandes...
Nos hace falta encender la linternita, che -me dijo el viejo aquella tardecita-, quizás no sea indispensable... pero nos va a hacer bien.

(Texto incluido en el editorial del Nº0 de la revista, en mayo de 2005)